La historia del cortador de puros

Antes de la invención del cortador de cigarros, aquellos que querían fumar bien, solían usar lo que tenían a mano. Algunos caballeros implementaron el uso de cuchillos mientras que otros más pícaros mordían la punta de su cigarro operación fortuita resultó en quemaduras desiguales y, a menudo, en la boca llena de tabaco. Tenía que haber una mejor manera de disfrutar de un buen cigarro.

El coñac y el puro son una combinación perfecta para quienes se inician en el mundo de los puros. El coñac con sus aromas a roble, cuero y frutos secos, así como su carácter elegante lo hacen ideal para maridarse con un puro de nuestra liga ROBUSTO BLACK , resaltará sus notas a café madera y frutos secos, es un puro de fortaleza suave – media, ceniza compacta y duradera.

El ahumado del puro y la dulzura del coñac crean una experiencia placentera para el gusto y la sensación física, manteniendo un constante aroma a café, lo cual seguro será un deleite a su paladar. Un puro para disfrutar .

Entran los primeros cortadores de puros. Los primeros cortadores de cigarros, que datan de mediados del si glo XIX, se parecían mucho más a los punzones de hoy en día, ya que simplemente perforaban el extremo del cigarro. Esto permitió que el humo fluyera de manera más uniforme y brindara un sabor más completo. Pero este cortador de cigarros rudimentario cierta mente ofrecía espacio para mejorar.

Si bien no está claro quién es el inventor del primer cortador de cigarros una referencia a la herramienta que data de 1859 , hay donde Frederick William Fairholt, un fabricante de tabaco alemán, hace referencia al primer cigarro, cuchillo, o cortador.