











"Para un maridaje exitoso, se debe balancear la intensidad de ambos, evitando que uno domine al otro."
Complementar sabores: Busca que los sabores de ambos se realcen mutuamente, no que compitan.
Equilibrar intensidad: No debe haber un producto más dominante que el otro, creando una experiencia armoniosa.
Considerar la cristalería: Utilizar vasos de cristal específicos para tequila, para mejorar la percepción de los aromas y sabores.


Un puro suave como los de capa Connecticut se complementa bien con un tequila blanco fresco y cítrico. Un tequila reposado combina con puros de cuerpo medio o notas de nuez y vainilla, mientras que un puro intenso marida a la perfección con un tequila añejo o extra añejo con notas de cacao o nuez.
Tiempo de compartir y de disfrutar!
Principios básicos para el maridaje de tequila y puros
Big Smoker BLACK
Combinaciones específicas de tequila y puros
Tequila Blanco: Ideal para puros suaves y cremosos.
Ejemplo de maridaje: Un tequila blanco fresco maridado con un puro de capa Connecticut para una experiencia ligera y refrescante.
Tequila Reposado: Complementa puros de cuerpo medio o con notas de vainilla y nuez.
Ejemplo de maridaje: Puedes maridar un tequila reposado con un puro con notas de nuez o vainilla.
Tequila Añejo/Extra Añejo: Marida con puros de mayor intensidad o con notas de cacao.
Ejemplo de maridaje: Un tequila añejo marida con un puro intenso para una combinación potente y profunda. Para un extra añejo, el chocolate amargo o negro es una excelente opción para equilibrar el dulzor.
Como lograr un buen maridaje
Afinidad: Busca que los aromas del tequila y el puro sean similares o se complementen. Por ejemplo, si el tequila tiene notas cítricas, un puro con notas dulces puede ir muy bien.
Contraste: A veces, un contraste bien logrado puede crear una experiencia sensorial única. Por ejemplo, las notas dulces de un tequila añejo pueden equilibrar la intensidad de un habano.
Intensidad: Es fundamental que la intensidad de ambos elementos, tequila y puro, sea similar para que ninguno domine al otro.
Maridaje por comparación: Si el puro es suave y cremoso, elige un tequila que también lo sea.
Maridaje por contraste: Si el puro tiene un sabor intenso o ahumado, opta por un tequila con notas dulces o especiadas que creen un contraste interesante.

